noviembre 24, 2024

Familias de Quintana Roo pagan más por el agua que el resto del país: IMCO

Según el IMCO, el costo doméstico mínimo en la entidad es de 172.86 pesos, comparado con los 158.90 pesos del estado de Colima.

Ubicado en una de las zonas hídricas más abundantes e importantes, Quintana Roo tiene una de las tarifas de consumo de agua más altas del país junto con el estado de Yucatán.

Una investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) colocó a las dos entidades en el primero y segundo lugar de la lista nacional, con una tarifa doméstica mínima de 172.86 pesos.

La cifra es 13.96 pesos más que la mínima más cercana, que corresponde a Colima, con 158.90 pesos, pero muy lejos de las más bajas de hasta 4 centavos por cada metro cúbico, como el estado de Morelos.

Sin embargo, otras tarifas como los Comercios y Servicios o la Industria no comparten la misma tendencia. De hecho, estas se encuentran entre las más bajas de todo el país.

Por ejemplo, en Quintana Roo, el sector de comercios y servicios paga una tarifa mínima de 159.47 pesos por cada metro cúbico consumido. Esta cantidad ocupa el lugar 16 entre las más bajas.

Los costos más altos corresponden a San Luis Potosí, Baja California y la Ciudad de México. En el primero la tarifa comercial mínima es de 741.30 pesos; el segundo, 597.87 pesos, y el tercero, 534.07 pesos.

En lo que respecta a la Industria, en Quintana Roo se paga 79.81 pesos por cada metro cúbico que el número 10 más bajo.

En estados como Hidalgo, San Luis Potosí y Michoacán, la industria debe cubrir tarifas mínimas de 892.52, 741.30 y 659.31 pesos, respectivamente.

“El pago que realizan los mexicanos por recibir agua entubada en sus hogares debería garantizar su disponibilidad y calidad. Este no es el caso. Los 11.5 millones de hogares (en México) que no disponen de agua potable diaria se ven en la necesidad de acarrear de lugares lejanos o costear el agua a través de pipas”,

aseguró el IMCO.

El organismo señala también la ineficiencia de los sistemas implementados para la medición del consumo por parte de los usuarios.

“Esta situación se refleja en que los usuarios pueden llegar a pagar más o menos de la tarifa real correspondiente a su consumo”, indica.