Una iniciativa internacional coordinada por la Universidad Rovira i Virgili (URV) trabaja para desarrollar una plataforma que trae varias facilidades para los productores de vino de alta calidad: certificar digitalmente sus elaboraciones, proteger su etiqueta de alta calidad, garantizar estándares ecológicos y facilitar el acceso a los mercados extranjeros con certificados acreditados digitalmente.
En la industria vinícola, existen labores que resultan tareas difíciles, entre ellas, la cuantificación de la calidad del vino y la valorización del proceso de elaboración. Para facilitar el trabajo, estos especialistas desarrollan la plataforma.
Vladimir Baulin, investigador del Departamento de Química Física e Inorgánica, encabeza el equipo multidisciplinar de expertos que forman parte de este proyecto y a través de la plataforma WineCreators, aplican técnicas de inteligencia artificial e implementan tecnologías digitales, como blockchain.
En esta iniciativa, Digital footprint of wine quality and valorization feedback in blockchain, coordinada por la URV, participan catorce socios internacionales, representantes de diferentes disciplinas como la microbiología, la informática, la empresa o la economía.
Baulin detalla que, a lo largo de todo el proceso, el productor puede certificar y demostrar sus prácticas de agricultura regenerativa, indica que también tienen la oportunidad compartir el conocimiento de la cocreación con otros productores, puesto que esta transición a la agricultura regenerativa requiere el cambio global hacia estándares de calidad y ecológicos.
El proyecto establece un método para medir y certificar digitalmente la calidad del vino, y para dotar de valor al proceso de creación con la grabación masiva de datos críticos. «Por ejemplo, a través de sensores, cámaras y estaciones meteorológicas se podrán documentar varios aspectos a lo largo de todo el proceso de producción, lo que ofrecerá una información de valor a todos los agentes implicados a la hora de tomar decisiones», apunta Baulin.
Como ventajas, la iniciativa facilitará a los productores decidir sobre su cosecha o vinos de alta calidad producidos para los clientes, que tendrán acceso a una información segura sobre el producto, así como para otros agentes relacionados con el mundo del vino o del enoturismo.
Se prevé la creación de bases de datos uniformes, estandarizadas y armonizadas relacionadas con la calidad del vino, preparadas para el análisis de aprendizaje automático. Las tecnologías permitirán garantizar el origen y los procesos en la producción, así como ampliar y expandir la plataforma en los viñedos europeos.
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